Informe de John van den Hoek,

Nos lo pasamos genial. Sin embargo, todos estamos agotados por el duro trabajo. Dormimos poco y pasamos días sirviendo constantemente.

Fuimos testigos de cómo cientos de personas entregaron sus vidas a Jesús. Cientos recibieron sanidad: oídos sordos fueron abiertos, ojos ciegos fueron restaurados, el cáncer desapareció y muchas otras enfermedades fueron sanadas. También vimos cómo cientos de demonios fueron expulsados de la gente y lucharon contra brujas que tenían su propia iglesia en ese lugar. Vinieron a la cruzada, pero el nombre de Jesús triunfó sobre ellos.

Miles de personas fueron tocadas por el poder de Dios, y ministramos a más de 15,000 personas en las iglesias y en la cruzada. Fue un trabajo intenso, pero cada momento valió la pena.

Pasamos por el barrio marginal más grande de Venezuela, donde un millón de personas viven bajo el control de las pandillas. Tenemos planes de ir allí la próxima vez, combinando esa misión con otra cruzada en otro lugar. Queremos tomar un autobús a los barrios para distribuir 100.000 Biblias y compartir el amor de Dios.

Ahora, contamos con los contactos necesarios en Venezuela para organizar esto, y sería increíble hacerlo realidad, con el poder de Dios y el amor de Jesús. Esta es la obra de verdaderos creyentes, y oramos para que nuestro equipo crezca y para que más personas se animen a hacer la obra de Dios.